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¿Qué es el IGV (Impuesto General a las Ventas) y cómo funciona en Perú?

El Impuesto General a las Ventas (IGV) es uno de los principales tributos en el sistema fiscal peruano. Este impuesto grava el consumo de bienes y servicios dentro del país y tiene un impacto directo tanto en los consumidores como en las empresas. Para cualquier emprendedor o empresa que quiera operar legalmente en Perú, entender el IGV es fundamental, ya que forma parte de sus obligaciones tributarias más importantes. En este artículo, exploraremos qué es el IGV, cómo funciona y cuáles son las principales consideraciones para las empresas peruanas.

¿Qué es el IGV?

El Impuesto General a las Ventas (IGV) es un tributo que grava la venta de bienes y la prestación de servicios en el territorio peruano, así como las importaciones. Este impuesto es de tipo indirecto, lo que significa que, aunque lo paga el consumidor final, las empresas actúan como recaudadoras de dicho impuesto para luego entregarlo a la Superintendencia Nacional de Aduanas y de Administración Tributaria (SUNAT).

En términos sencillos, el IGV es un impuesto que se aplica sobre el precio de venta de un bien o servicio, y su finalidad es financiar el gasto público. Todos los consumidores, al adquirir bienes o servicios, están contribuyendo al Estado mediante este impuesto.

Tasa del IGV en Perú

La tasa estándar del IGV en Perú es del 18%, que se desglosa de la siguiente manera:

  • 16% corresponde al Impuesto General a las Ventas.
  • 2% corresponde al Impuesto de Promoción Municipal (IPM).

Esta tasa se aplica al valor total de la operación, ya sea una venta de bienes, una prestación de servicios o una importación.

Ejemplo de aplicación del IGV

Si una empresa vende un producto por S/ 100, el IGV que se añadirá al precio será de S/ 18 (100 * 18%), lo que resultará en un precio final de S/ 118 para el consumidor. Los S/ 18 recaudados por la empresa deberán ser pagados a la SUNAT en los plazos correspondientes.

¿Cómo funciona el IGV?

El IGV se aplica en todas las fases de la cadena de producción y distribución de bienes y servicios, desde el productor hasta el consumidor final. Sin embargo, solo el consumidor final es quien asume el costo del IGV. Las empresas que participan en la cadena de producción y distribución pueden deducir el IGV que pagan en sus compras, lo que se conoce como crédito fiscal.

Mecanismo del crédito fiscal

El crédito fiscal es una de las características más importantes del IGV. Las empresas, al realizar compras de bienes o servicios gravados por IGV, acumulan un saldo a su favor (crédito fiscal), el cual pueden deducir del IGV que deben pagar al vender sus productos o servicios (débito fiscal).

Por ejemplo, si una empresa compra materia prima por S/ 1,000 y paga S/ 180 de IGV (16% + 2%), puede usar esos S/ 180 como crédito fiscal para deducir del IGV que cobrará cuando venda su producto final. Si luego vende sus productos por S/ 2,000 y cobra S/ 360 de IGV, solo deberá pagar a la SUNAT la diferencia entre el IGV cobrado y el crédito fiscal acumulado:

IGV cobrado: S/ 360

Crédito fiscal: S/ 180

IGV a pagar a la SUNAT: S/ 180

 

Declaración y pago del IGV

Las empresas están obligadas a declarar y pagar el IGV mensualmente. Para hacerlo, deben presentar su declaración jurada a través de la plataforma de la SUNAT. En la declaración, deben reportar tanto el IGV cobrado (débitos fiscales) como el IGV pagado en sus compras (créditos fiscales). La diferencia entre ambos determinará el monto a pagar.

Es fundamental que las empresas lleven una contabilidad ordenada y rigurosa para registrar correctamente el IGV y evitar sanciones por parte de la SUNAT.

Operaciones Gravadas y Exoneradas del IGV

Aunque la mayoría de las ventas de bienes y servicios están gravadas con el IGV, existen algunas operaciones exoneradas que no están sujetas a este impuesto. Conocer cuáles operaciones están gravadas y cuáles no es esencial para cumplir con las normativas tributarias.

Operaciones Gravadas con IGV

Entre las principales operaciones gravadas con IGV se encuentran:

  • Ventas de bienes muebles: Incluye la venta de productos tanto en territorio nacional como en importaciones.
  • Prestación de servicios: Todos los servicios ofrecidos por empresas, desde consultorías hasta servicios profesionales, están sujetos a IGV.
  • Contratos de construcción: La ejecución de obras también está gravada con IGV.
  • Importaciones de bienes: Todo bien que ingrese al país debe pagar IGV en el momento de su importación.

Operaciones Exoneradas del IGV

Algunas actividades y sectores están exonerados del pago del IGV para incentivar el desarrollo de ciertas áreas económicas o por motivos sociales. Algunas de las principales operaciones exoneradas son:

  • Venta de libros: En Perú, la venta de libros está exonerada de IGV como parte de una política de fomento a la lectura.
  • Servicios educativos: Instituciones educativas, como colegios y universidades, están exoneradas del IGV.
  • Algunas actividades agrícolas y ganaderas: Con el objetivo de promover el desarrollo rural y agrícola, algunas operaciones en este sector están exoneradas del IGV.

¿Quiénes están obligados a pagar el IGV?

El IGV afecta tanto a personas naturales como a personas jurídicas. Las empresas formales que venden bienes o servicios dentro del país están obligadas a declarar y pagar el IGV. Esto incluye tanto a grandes corporaciones como a micro y pequeñas empresas (MYPES).

Además, los importadores de bienes también deben pagar el IGV al momento de ingresar productos al territorio nacional.

Es importante destacar que las empresas que operan bajo el Régimen Único Simplificado (RUS), que es un régimen tributario especial para pequeños comerciantes, no están obligadas a pagar IGV, ya que su régimen incluye una tributación más simplificada.

¿Cómo afecta el IGV a las empresas peruanas?

El IGV tiene un impacto significativo en las operaciones y la rentabilidad de las empresas peruanas. Por un lado, es un impuesto que deben gestionar adecuadamente para evitar sanciones y multas. Por otro, la correcta planificación del IGV y el uso eficiente del crédito fiscal puede ayudar a las empresas a optimizar su flujo de caja.

Entre las principales implicaciones del IGV para las empresas se encuentran:

  • Costos operativos: Aunque el IGV es trasladado al consumidor final, su correcta gestión tiene un impacto en los costos operativos de la empresa, sobre todo en cuanto a la organización de la contabilidad.
  • Flujo de caja: Las empresas deben realizar pagos mensuales del IGV, lo que puede afectar su liquidez. Sin embargo, el uso del crédito fiscal ayuda a compensar el impacto de este tributo.
  • Cumplimiento normativo: El incumplimiento en la declaración y pago del IGV puede generar multas y sanciones por parte de la SUNAT. Por ello, es fundamental llevar un adecuado control contable y fiscal.

Conclusión

El Impuesto General a las Ventas (IGV) es uno de los tributos más importantes en Perú y afecta a todas las empresas que operan en el país. A través de la correcta gestión del IGV, las empresas pueden cumplir con sus obligaciones fiscales y optimizar su flujo de caja mediante el crédito fiscal. Además, es fundamental que las empresas conozcan las operaciones gravadas y exoneradas, y mantengan una contabilidad organizada para evitar errores y sanciones. Sercofi ofrece servicios especializados en contabilidad y gestión tributaria, ayudando a las empresas a cumplir con sus obligaciones fiscales de manera eficiente y sin contratiempos.

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